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miércoles, 15 de agosto de 2012

Yemecitas Acarameladas


Hace años que veía estos dulcecitos, bien enfurruñados  y elegantes en sus pirotines de papel, y hacían su gracia en las mesas de dulces de los showers y matrimonios.  Habían una viejas que se especializaban en llevar unas carteritas de fiesta bien honditas; y al menor descuido, se llevaban algunas muestras diz que para convidarles a sus nietitos...pero yo las ví, cuando fui de visita, viendo televisión y engulléndose disimuladamente uno o dos, sin convidar nada, nadita...para que les durase toda la semana, pues.
El caso es que ya desde esas épocas vengo provocada de estas yemecillas que hacían las monjitas del convento, y por allí habían algunas amigas egoistas que nunca me querían dar la receta.  Pues no me había dado que en mi casa conservo un ejemplar del libro "La Tapada"de Laura Garland de Perez Palacio del año 1963...Y buscando una receta de otro dulce, me encontré con las famosas yemecillas acarameladas...las mismísimas que comíamos en los cumpleaños "finos" o en las demás celebraciones de esas épocas en las que yo vivía en Lima.  Así que se las ofrezco con mucho cariño para que si voy por allá de nuevo me tengan unas cuantitas de regalo.

Ingredientes para 50 yemecitas (10 son para mí!):
15 yemas
12 onzas de azúcar en polvo
1 cucharada de leche fresca
1 trocito de vainilla

Preparación:
Las yemas se  colocan en un perol, junto con el azúcar, la leche y la vainilla.  Se disuelven con una cuchara y se ponen a fuego lento moviendo en redondo.  Cuando esté bien espeso se retira del fuego y se bate bastante con una cuchara de palo hasta que forme bola.
Se forman las yemecillas poniendo en la palma de la mano un poquito de mantequilla.

Caramelo para el baño:  2 tazas de azúcar, un poquito de crémor tártaro y agua, la cantidad suficiente para cubrir el azúcar.  Se pone al fuego y cuando comienza a amarillear, se retira y se acaramelan las yemecillas metiéndolas dentro del caramelo una por una, pinchadas con una aguja larga de metal.
Se colocan en cajitas de papel.  No se mueve el almíbar con cuchara mientras se acaramelan las yemecillas.  A fin de conservar el calor, se pone la cacerola en baño-maría (se pone sobre agua bien caliente) fuera del fuego, mientras se acaramelan.

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