Esta receta de Gastón es una poesía con suficiente energía para materializarse!
A PEDIDO DE LA AFICION MI RECETA MAS SECRETA DEL ARROZ CON MARISCOS. Por favor, no se lo digan a nadie.
En una sartén honda de fierro grueso, pintada de negro por el largo trajinar, cargada de historias felices y amargas:
echar una cebolla roja picada finamente. cebolla de la campiña de Arequipa. De lo que queda de la campiña claro esta. Dejar que llore, que impregne de su aroma, la camisa, el alma. cuando pasa del llanto al brillo, cuando se vuelve transparente y límpida echar el ajo molido también del mismo lugar y allí dejar que se enamoren. el ajo seductor, atrevido, galán, siempre gana. Cebolla y ajos entrelazados reciben un visitante: El ají panca molido. no mucho. solo para darle un poco de carácter y algo de color.
Llega la estrella de la fiesta. El que le dará alma y corazón peruano al encierro. El ají amarillo recién licuado. mucho ají amarillo eso si. Con derroche. Con ganas. Con pasión.
Dejarlos ser felices. cebollas, ajos y ajíes se embriagan entre si. Es el aceite de oliva el que los anima y anima. De pronto todo acaba. Cuando el aceite se corta, se separa , se quiere ir es momento de pasar al siguiente paso. El aderezo esta listo.
Es hora de añadir, arvejas muy tiernas, tiras de ají amarillo y pimiento, mucho culantro picado, un chorrito de buen vino blanco seco y un buen caldo concentrado de mariscos. De esos que convierten a un octogenario en un don juan.
Dejar que hierva todo unos minutos, probar de sal y añadir el arroz cocido al dente. es momento de actuar rápido. Dejar que seque ligeramente el arroz impregnandose del jugo , del color, del sabor. Es momento de echar los mariscos.
Que mariscos? Los que su bolsillo, su corazón, su tiempo y sus posibilidades decidan. Si es pulpo, ya cocido, si es calamar solo a ultimo momento, si son conchas y langostinos ya juntos, si son choritos ya cocidos, si son almejas al final final para servir. Los que quieran. Eso si. Siempre los mas frescos.
una movidita, unas gotas de limón, una probada de sal, pimienta, mas culantro picado, listo.
encima una súper criolla con su paltita en dados y a comer.
provecho.
En una sartén honda de fierro grueso, pintada de negro por el largo trajinar, cargada de historias felices y amargas:
echar una cebolla roja picada finamente. cebolla de la campiña de Arequipa. De lo que queda de la campiña claro esta. Dejar que llore, que impregne de su aroma, la camisa, el alma. cuando pasa del llanto al brillo, cuando se vuelve transparente y límpida echar el ajo molido también del mismo lugar y allí dejar que se enamoren. el ajo seductor, atrevido, galán, siempre gana. Cebolla y ajos entrelazados reciben un visitante: El ají panca molido. no mucho. solo para darle un poco de carácter y algo de color.
Llega la estrella de la fiesta. El que le dará alma y corazón peruano al encierro. El ají amarillo recién licuado. mucho ají amarillo eso si. Con derroche. Con ganas. Con pasión.
Dejarlos ser felices. cebollas, ajos y ajíes se embriagan entre si. Es el aceite de oliva el que los anima y anima. De pronto todo acaba. Cuando el aceite se corta, se separa , se quiere ir es momento de pasar al siguiente paso. El aderezo esta listo.
Es hora de añadir, arvejas muy tiernas, tiras de ají amarillo y pimiento, mucho culantro picado, un chorrito de buen vino blanco seco y un buen caldo concentrado de mariscos. De esos que convierten a un octogenario en un don juan.
Dejar que hierva todo unos minutos, probar de sal y añadir el arroz cocido al dente. es momento de actuar rápido. Dejar que seque ligeramente el arroz impregnandose del jugo , del color, del sabor. Es momento de echar los mariscos.
Que mariscos? Los que su bolsillo, su corazón, su tiempo y sus posibilidades decidan. Si es pulpo, ya cocido, si es calamar solo a ultimo momento, si son conchas y langostinos ya juntos, si son choritos ya cocidos, si son almejas al final final para servir. Los que quieran. Eso si. Siempre los mas frescos.
una movidita, unas gotas de limón, una probada de sal, pimienta, mas culantro picado, listo.
encima una súper criolla con su paltita en dados y a comer.
provecho.